Hace un poco más de 10 años, cuando el edificio al que pertenece terminó de construirse, este departamento lo compró un diseñador mexicano, por entonces, el director de la revista de una gran aerolínea.

Un buen día, el diseñador mexicano fue trasladado de vuelta a México y la profunda intervención que estaba realizando en su hogar chileno quedó a medias. “Yo terminé su proyecto”, dice el actual dueño y cuenta que no le costó nada decidirse por este departamento apenas lo visitó. A falta de mejores palabras para describir lo que vio, le pareció que tenía ‘onda’. Así fue cómo él concretó su configuración: living, cocina y terraza, separadas por un puerta de una gran habitación con su baño, otra terraza y una mezcla entre loft y habitación de hotel. Eso era lo que su dueño tenía en mente.

Difícil recordar el nombre, pero el dueño sabe que el edificio recibió un premio por su diseño, muy logrado, especialmente en sus zonas comunes. En la comunidad detectó dos tipos de personas: “los que ya vienen de vuelta” y “los que están empezando”; ambos grupos muy tranquilos y respetuosos. Llamó su atención que sus conserjes fueran “de profesión” y cómo se les nota que les gusta su pega. El barrio de Alonso de Córdova tiene encantos para todas las edades, especialmente para lo que disfrutan tener restaurantes, bares y cafés cerca; una oferta que ya era fuerte y que se acrecentó con la inauguración de CV Galería. También la gente que práctica deporte y anda en bicicleta va a valorar las ciclovías y la cercanía con el Parque Bicentenario, así como sus ferias y eventos. La recomendación de que sea para una pareja o una persona soltera se debe tan solo a su intención de loft.