Sensación de hotel y gastos comunes como ya no se ven.

“Durante los confinamientos no tuvimos ningún lío. Mi señora ocupó el escritorio que tenemos en el dormitorio, yo me instalé en el comedor y los niños tenían su salita-escritorio. No chocamos nunca”, dice el propietario de este departamento. La distribución es lo primero que destaca: “Está muy bien diferenciado el sector familiar, donde está el dormitorio matrimonial (con alrededor de 40 m2, que realmente dan la sensación de un hotel), con baño, walk-in-closet y una vista despejada que te permite tener las cortinas abiertas todo el día. Por otro lado están los dormitorios de los niños, con una salita-escritorio donde ellos podían jugar, hacer sus tareas y actividades; con su baño y una terraza que aprovechaban muchísimo”.

Gracias a su orientación se siente permanentemente temperado y siendo parte de una comunidad de tres torres, tiene gastos comunes extraordinariamente razonables. “Es una propiedad construida por Almagro, lo que entrega confianza en términos de materialidad y terminaciones. Después de diez años de uso con niños, los muebles han demostrado su calidad y siguen funcionando perfecto”. Áreas verdes y entretención a pie La seguridad fue uno de los factores por los que esta pareja escogió este barrio, también las áreas verdes: “Tienes el Parque Bicentenario prácticamente al frente y dos placitas a pocos metros de la puerta del edificio. Si te gusta salir a comer, tienes montones de restaurantes a distancias caminables en Nueva Costanera y Alonso de Córdoba. A pocas cuadras tienes el Casa Costanera, un mall a escala humana, con farmacias, cine , cafés de primer nivel y tiendas que te sacan de apuro”.